Dada la creciente presión para limitar el uso de antibióticos promotores del crecimiento en la producción animal, se vuelve una necesidad para la industria avícola disponer de enfoques alternativos para mantener la salud y la productividad de los animales. Esencial para evaluar dicha alternativa es su capacidad para promover y mantener la salud intestinal, que se puede medir mediante 1) la integridad y morfología intestinal, 2) la microbiota intestinal y 3) el impacto en las respuestas inmunitarias, como la inflamación y el estrés oxidativo.